La historia del animal print

Los estampados «animal print» han estado siempre en el punto de mira de la moda.

Debido a esto vestir cualquier estampado de este tipo suele enviar multitud de mensajes al que observa, entre los puntos de vista destacan los que los ven como algo cutre u hortera o los que lo ven como un símbolo de alta moda.

El origen detrás de la tendencia

Si estás leyendo este artículo seguro que te preguntas ¿de dónde surge esta moda?.

Sin duda, la humanidad lleva vistiendo estampados animales de forma decorativa o como protección centenas de años, sino miles.

Hoy en día lo lamentamos, pero claro, nuestros antepasados lo veían de otra forma, e incluso, si nos remontamos a miles de años atrás, no tenían otra alternativa para crear sus prendas.

En la antigüedad, se utilizaban sin remedio debido al origen de la vestimenta, ya que se vestían las pieles de los propios animales adaptadas con mayor o menor habilidad al cuerpo humano, dándoles forma de abrigos, pantalones o incluso accesorios como sombreros.

En esa remota época no dejaba lugar a dudas que se hacía como una cuestión de supervivencia.

Después de su primer uso, empezaron a surgir significados especiales conforme los seres humanos y la civilización evolucionaba.

Muchas culturas y civilizaciones, a lo largo de la historia, creían que las pieles animales daban a su portador la fuerza e ímpetu del animal. Por ejemplo, las tribus Zulu del sur de África adoraban las pieles de leopardo, y aun a día de hoy se siguen utilizando pieles sintéticas (menos mal) para las ceremonias de la religión Shembe.

Otros personajes importantes, normalmente en posiciones de autoridad, como emperadores de Roma o los faraones egipcions, las vestían como muestra de poder y estatus. Incluso uno de ellos, el emperador Honorius, prohibió a la corte el uso de las pieles para asegurar que tan solo él pudiera vestirlas.

Otros ejemplos del poder y la imagen asociados a los estampados animales son los dioses de las civilizaciones pasadas.

La diosa egipcia de la sabiduría, Seshat, y el dios griego Dionisio han sido muchas veces representados vistiendo el estampado de leopardo.

El animal print en la historia reciente

La historia más reciente del animal print en el mundo de la moda comienza en el siglo XVIII, donde los primeros viajeros aristócratas europeos empezaron a traer de otros continentes pieles de animales.

El animal print de seda empezaron a complementar los vestidos de encaje, y los abrigos de piel se empezaron a ver como símbolo de alto standing, era algo obvio, ya que conseguir traer estas pieles de África o Asia no era nada barato.

Un ejemplo de esta época, fueron los viajes de Napoleón por el norte de África en 1800s, que desataron la moda por el animal print en Francia, sobre todo de lujosos abrigos de piel y alfombras.

El estampado animal en 1900s

Tras muchos años de relación entre el animal print y la aristocracia, en 1930 ocurrió un evento que lo convertiría en algo «mainstream» o cotidiano: la película de Tarzan en 1932. La protagonista Maureen O’Sullivan inspiró a multitud de mujeres para vestir el leopardo.

Sin embargo, debido a la gran crisis del capitalismo, en 1929, y con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la moda, no tuvo más remedio que pasar a un tercer plano.

Después de la Segunda Guerra Mundial el animal print vuelve al ataque

Poco después de terminar la terrible Segunda Guerra Mundial, allá por 1947, un joven y atrevido Christian Dior volvió a mostrar el estampado de leopardo como sinónimo del lujo. Lo incluyó en su colección «New Look» y avisó a las mujeres con un «Si eres justa y dulce no te lo pongas«, imaginemos entonces el revuelo que este hombre levantó en aquellos años.

También por aquel entonces, unos pocos años después, en 1954, Bettie Page, el rostro más conocido dentro de la cultura rockabilly, generó gran controversia al posar con un bikini de leopardo junto a leopardos vivos ¡Mamma mia!

«Bettie Page vistiendo leopardo»

Los 50s y 60s

En los años 50 y 60, la gran mejora en la producción y fabricación permitió que otros estampados animales ganaran popularidad: la piel de serpiente, las rayas de cebra, el estampado de tigre y las manchas de jirafa empezaron a colarse en la moda.

Sin embargo, con la ayuda del famoso abrigo de leopardo de la Primera Dama Jaqueline Kennedy, estrellas de Hollywood como Elizabeth Taylor e incluso la canción de Bob Dylan de 1966 «Leopard-Skin Pill-Box Hat», el estampado de leopardo pasó a un primer plano, convirtiéndose, como ya sabemos todos, en el estampado animal por excelencia.

La década de 1960 también inició una nueva etapa para el estampado animal. Ya no era solo para ricos y famosos. En lugar de asociarse con la riqueza y el lujo, los estampados de animales que llevaban los hippies inspiraban a todos a ser salvajes y libres.

La gente empezó incluso a experimentar con diferentes alternativas de imitación, ya que las pieles reales empezaron a convertirse en tabú dentro del movimiento por los derechos de los animales ¡menos mal!.

El leopardo y el animal print a partir de los 80

Los sofisticados orígenes del animal print, que empezaban a ser mal vistos por las nuevas generaciones, se deterioraron aún más con las salvajes tendencias punk de los años setenta, de mal gusto para muchos debido a su estilo de vida, las drogas y rebeldía.

El animal print seguía asociándose con el poder, pero más en línea con el empoderamiento individual. Estrellas del punk como Iggy Pop, Blondie y The Cramps lucieron diversos estampados animales en sus actuaciones.

La década de 1980 continuó con esta nueva imagen atrevida del animal print. Los estampados de colores vivos estaban de moda.

A principios de los 80, la opinión pública estaba muy concienciada sobre la crueldad hacia los animales y, obviamente, los estampados de imitación contribuyeron a la declaración social a favor de los derechos de los animales, una alternativa puramente estética que tenía un mensaje social a parte de su preciada estética.

El estampado animal en todo tipo de prendas -vestidos apropiados para la oficina, zapatos, bikinis, camisas- siguió siendo muy popular durante los años noventa. Pero a mediados de la década, los estampados animales se habían ganado la reputación de baratos e incluso vulgares.

Sin embargo, esta reputación no tardó en desvanecerse. En la década del 2000, el animal print volvió a estar de moda, incluso entre los ricos y famosos. Uno de los outfits más recordados es el de Maggie Gyllenhaal, que asistió a los Globos de Oro de 2009 vestida de leopardo en azul brillante y fucsia. El animal print lo lució incluso Jennifer López en la Gala Met de 2013.

El animal print en la actualidad

En nuestros días, por desgracia, algunas firmas se niegan a renunciar a las pieles reales. Por ejemplo, famosas fueron las declaraciones del ya fallecido Karl Lagerfeld, para quien dejar de usar pieles animales supondría la pérdida de puestos de trabajo. La misma lógica aplastante de que los toros se extinguirían si no se torean.

Por suerte, dejar de usar pieles animales y pasarse al animal print es algo que caerá por su propio peso, seguramente estemos más cerca que nunca, ya que los usuarios somos cada vez más conscientes del impacto que tienen nuestros hábitos de consumo en el medioambiente.

Alternativas como el animal print o incluso el faux fur son buenas opciones para seguir luciendo la belleza de una piel animal sin las consecuencias negativas asociadas, como tener que seguir torturando o matando animales por tan solo una cuestión estética.

Tras la reciente pandemia de COVID-19, parece que la popularidad del estampado animal vuelve a aumentar. Por ejemplo, el estilista Mickey Freeman declaró a TZR: «En mi opinión, el estampado animal es sinónimo del deseo de evadirse y experimentar la energía de tierras exóticas y sus climas». ¿Adónde te llevará el animal print?

Te traslade o no a lugares remotos, para nosotros el animal print es un elemento esencial en la moda y queda «que te mueres», y tú ¿que opinas?

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